IMILLAY Snack

Hace mucho tiempo en los valles del Cusco, la vida giraba en torno al maíz gigante. Era un alimento sagrado, que se cultivaba siguiendo prácticas ancestrales de generación en generación. Los antepasados Inca veían el maíz como un regalo divino que debía ser tratado con el mayor respeto.

Con el paso del tiempo, el maíz gigante siguió siendo valorado por su sabor y sus propiedades nutritivas y la Cooperativa Agraria del Cusco, Imillay, decidió seguir honrando las tradiciones de sus antepasados y continuar con el manejo agroecológico del cultivo. Cada bocado de estos snacks es un homenaje a los pequeños productores del Distrito de Huarocondo que trabajan día a día para mantener vivas las prácticas ancestrales.

Créditos: Agencia: Chamán/Director Creativo: Manuel Cárdenas/Directora de Cuentas: Alejandra Vásquez/Dirección de Arte y Diseño: Mafer Benavent/Ejecutiva de Cuentas: Marjorie Ruiz/Post Producción: Diego Zegarra *Proyecto publicado en Packaging of the world y en World Brand Design Society

STORY TELLING & DISEÑO

Una narrativa visual ancestral que cobra vida en cada trazo orgánico de una ilustración que representa el amor y respeto al sagrado alimento y lo que significa para la Comunidad de Huarocondo, conectando con la autenticidad de su ingrediente estrella.

Los tonos vibrantes utilizados evocan el encanto y la herencia tradicional de la civilización Inca, con una interacción de colores que simboliza la energía y vitalidad necesarias para nutrir y cosechar el magnífico maíz gigante, al tiempo que encarna un profundo sentido de gratitud por el regalo nutritivo de la madre naturaleza. Este empaque es la ventana a una historia cautivadora, la esencia inherente y la calidad incomparable de este sustento auténtico y antiguo.